“Arquitecto de profesión, artista plástico por vocación y fotógrafo por pasión”, así se define Erich Conzelmann Castellanos, un tarijeño dueño de un gran talento y carisma que a través de sus habilidades conquistó Tarija y ahora también Bolivia. Entre sus logros destaca el haber obtenido hace unos días el segundo lugar del concurso “Lazos y luces”, impulsado por la Unión Europea en su tercera versión.

Este concurso según cuenta Conzelmann busca retratar la vida cotidiana, la belleza de un país, la fortaleza y la bondad de su gente, además de la diversidad de los paisajes. Con este objetivo se impulsa el arte y el trabajo fotográfico en Bolivia.

El concurso posee tres temáticas: “Madre tierra”, “Medio ambiente” e “Igualdad”, pero también dos categorías amateur y profesional. Del evento participaron más de 3.000 fotografías de todo el país y las mejores 150 imágenes fueron editadas en formato de libro. Entre ellas la del tarijeño Erich Conzelmann.

La fotografía de Erich

Erich se presentó en la categoría Igualdad, la fotografía que presentó la tomó en la ciudad de la Paz, “por pura casualidad” como revela. “Yo estaba con la cámara y vi que en un edificio estaban instalando una bandera del orgullo LGBT con dos operarios colgados con sogas. Me llamó la atención la escena y la retraté porque me pareció interesante y no muy común, además con un profundo simbolismo y belleza”, nos cuenta.

La fotografía fue instantánea, nuestro artista estaba en el momento justo y en el lugar preciso. El premio fue un monto económico y la publicación de un libro donde fueron publicadas 150 fotografías de los participantes, dándoles relevancia a los tres puestos de cada categoría. Erich destaca en el segundo lugar con su fotografía a la que llamó “Orgullo”.

El libro que publicó la Unión Europea no está a la venta, se presentó una edición impresa para obsequiar a los participantes e invitados especiales. Pero se puede acceder a la versión digital gratuitamente: https://lazosyluces.com/lazos-y-luces-3ra-edicion/   

La vida del artista

Cuando se le pregunta a Erich cómo se define de inmediato responde: “Es complicado definirse a uno mismo, pero procuraré ser lo más preciso y fidedigno” y así continúa: “Erich Conzelmann Castellanos es un ciudadano tarijeño, que vive se expresa y se desarrolla a través de las artes”.

“Soy curioso y disfruto de observar y encontrar detalles, que luego con suerte puedo plasmar en mis obras, ya sean pinturas dibujos o fotografías”, dice, pero también revela que es cinéfilo, pues asiste regularmente al cine y se aventura de vez en vez a ver obras de autores y de países distantes, y en muchos casos de otros tiempos.

Va en dos ruedas a todos lados y lo que más disfruta es el tiempo que pasa con sus seres queridos. 

Su madre es profesora de Kindergarten, lo que le dio una ventaja comparativa, pues ella tenía el conocimiento y las herramientas para potenciar las habilidades y los dones de Erich desde su temprana niñez.

Pero no sólo ella influyó en las habilidades del artista, pues su padre posee una creatividad superlativa y puede encontrar patrones insospechados. Sin embargo, Erich destaca otro factor no menos importante que es el de haber vivido en casa de sus abuelos, ellos reforzaban positivamente sus primeros intentos y desde que pudo sostener un lápiz no lo soltó más.

“Mi niñez fue idílica y muy feliz con mucha familia alrededor y mucho juego y amigos de barrio, que potenciaron y alimentaron mi creatividad. Creo que la sumatoria de mi entorno y mi natural inclinación por las artes logró convertirme en un artista plástico”, cuenta.

Hoy Erich además de ser artista es arquitecto, por lo que posee una metodología y cultura de trabajo que se extrapola a todas sus actividades, enriqueciendo su lado artístico y alimentando su lado técnico y practico.

Lleva 17 años dedicado a las artes, en 2006 fue su primera exposición en la Casa de la Cultura de Tarija. Con ese evento inició oficialmente su carrera de artista plástico.

Actualmente organiza subastas virtuales donde vende sus pinturas, trabaja por encargo y hace fotografía de eventos, cuando no está con un proyecto de arquitectura vive enteramente del arte. 

Los inicios en la fotografía

Erich comenzó con la fotografía gracias a un curso que organizó la Unesco en el año 1997 en Tarija, vino un profesor de origen japonés y enseñó a los participantes las primeras armas en el mundo de la fotografía, en ese entonces con cámaras analógicas y con rollos.

Algunos años después pudo tener su primera cámara réflex digital y así empezó con obsesivas prácticas y experimentaciones, haciendo varios cursos cortos cada cierto tiempo y luego practicando mucho. En el camino ganó varios concursos y empezaron a contratarle para fotografiar eventos, algunas de sus fotos se emplearon en periódicos e incluso en revistas internacionales, aunque la mayoría de la difusión de sus imágenes fue gracias a las redes sociales.

Sobre su futuro inmediato dice que tiene varias proyecciones, entre ellas un par de exposiciones, una en septiembre de este año en la Casa de la Cultura y a principios del próximo año en los Altos del Márquez. Pero también entre sus proyectos está el de diversificar su arte y crear mercadería relacionada para monetizarlo y seguir generando obras.  

Los cursos del artista

Erich da cursos de dibujo, pintura y fotografía, muchas veces de manera particular y otras tantas amparado por instituciones educativas establecidas. Tiene un proyecto futuro que busca generar un espacio para dar clases de manera cotidiana y no tan esporádica como en los últimos años.

El mensaje

“La potencia de la juventud es maravillosa y si se la combina con disciplina y enfoque el límite es el cielo. Mi consejo sería combinar el talento con la disciplina”, aconseja el artista a la juventud  y agrega que una de las maneras más saludables de encarar la vida es sirviendo al prójimo, desarrollándose profesional y personalmente en pro de mejorar desde nuestra trinchera la sociedad.