La fe vence al viento: jóvenes peregrinos inician camino hacia Chaguaya

En la tarde de este viernes 22 de agosto, cuando el viento fuerte levantaba polvo y parecía querer detener a cualquiera, un grupo de jóvenes demostró que la fe puede más que cualquier obstáculo. Con mochilas ligeras, zapatillas gastadas y el corazón encendido, emprendieron la tradicional peregrinación hacia el Santuario de la Virgen de Chaguaya, la “Mamita” que cada año convoca a miles de devotos.

El camino, que se extiende por valles y quebradas, no se mide solo en kilómetros, sino en la fuerza interior de quienes lo recorren. Cada paso es una oración silenciosa, cada canto compartido una llama de esperanza, y cada sonrisa entre compañeros una prueba de que la fe se vuelve más grande cuando se vive en comunidad.

La peregrinación a Chaguaya no es únicamente un viaje físico; es un encuentro con lo profundo de uno mismo y con la historia viva de un pueblo que mantiene su tradición año tras año. Bajo el cielo tarijeño, entre el frío viento de agosto y las estrellas que comienzan a encenderse en el horizonte, los peregrinos avanzan con la certeza de que llegar al Santuario no es solo alcanzar una meta, sino renovar una promesa.

Hoy, nuestros jóvenes nos han recordado que la verdadera fuerza no está en los músculos, sino en el alma. La Virgen de Chaguaya los espera, y con ellos camina también la esperanza de todo un pueblo.